Se ha cuestionado numerosas veces, si Luther King era un verdadero líder o, por el contrario, era únicamente un extraordinario orador. Luther King fue capaz de desafiar el status quo reinante en Estados Unidos y alinear sus intereses personales con el bien común de la sociedad. Tenía el coraje de revelarse, arriesgó su calidad de vida, su reputación y finalmente su vida. Movilizando a la opinión pública con sus estupendos discursos consiguió que el gobierno estadounidense declarara la segregación y discriminación racial anticonstitucional.
El ejemplo de Luther King es un claro ejemplo de “liderazgo total”. Este concepto define al líder total como aquel capaz de alinear sus intereses laborales, familiares, comunitarios y propios, de tal forma que se encuentre en total armonía.
En su famoso discurso “I Have a Dream” (Discurso I have a dream) ilustra perfectamente cómo consiguió conectar con la población, contando su historia personal, admirando a personas del pasado y mostrando sus valores y su visión de liderazgo.
Sin ninguna duda, este es uno de los discursos más grandiosos de la historia y convirtió a Luther King, hasta que fue asesinado, en uno de los líderes más influyentes de los Estados Unidos.
